Los vecinos de Pedro Martínez y Alamedilla se rebelan contra el traslado del párroco
Los fieles de ambos pueblos han recogido firmas para evitar el cambio de sacerdote «Ha realizado una muy buena actuación, tanto en el aspecto humano como en el espiritual»
J. J. PÉREZ/GUADIX
Los vecinos de Alamedilla y de Pedro Martínez se han mostrado en contra del traslado de su párroco, José Gabriel Medina. El traslado del cura ha sido comunicado recientemente por el obispado accitano y se hará efectivo a partir del próximo mes de septiembre. El obispado de Guadix, como cada año ha hecho públicos los nuevos nombramientos y cambios de parroquia de los presbíteros de su diócesis y entre ellos el del párroco de estas dos poblaciones que pasa a hacerse cargo de Cúllar y sus anejos. Los vecinos de Pedro Martínez consideran que su actual párroco ha realizado una buena actuación «tanto en lo humano como en lo espiritual», relataba ayer una vecina, por lo que se han opuesto a su traslado y han iniciado una campaña de recogida de firmas. Los vecinos creen que el sacerdote ha revitalizado la actividad en la parroquia y la participación de los feligreses. Según una de las vecinas encargadas de recoger las firmas han sido todos los vecinos los que se han opuesto al cambio de parroquia de José Gabriel y afirmaba que se habían recogido más de mil rúbricas. Reunión con el obispoRepresentantes de los vecinos de los dos pueblos se han reunido con el obispo de Guadix, Juan García Santacruz, con la intención de trasladarle su malestar por la decisión adoptada por el obispado de Guadix. Según los vecinos, el resultado del encuentro con el obispo no ha sido satisfactorio para sus pretensiones. Por su parte, el responsable de la Oficina de Comunicación de Guadix, Antonio Gómez, hace una lectura positiva tanto de la oposición de los vecinos al traslado de su párroco como de la decisión del obispado. Según Gómez, la reticencia de los vecinos al cambio supone que la labor realizada por el párroco ha sido buena en los dos pueblos en los que ha estado. Por otra parte, la decisión supone el reconocimiento de su valía como sacerdote al encomendarle otra misión pastoral con más feligreses a su cargo. El cura ha rehusado a hacer cualquier tipo de declaración sobre su situación actual.
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